Eficacia de los irrigadores dentales
Eficacia de los irrigadores dentales

Puede que suene un tanto cliché, pero está científicamente comprobado que el tener una rutina de higiene dental adecuada puede prevenir graves datos a futuro. Para lograrla, en el mercado actual existen cientos de alternativas que van desde el cepillo y la pasta dental, enjuagues, hilo y el más reciente, el irrigador dental.
A pesar de que no es precisamente un aparato novedoso, pues fue presentado en la comunidad dental a mediados de la década de 1960 en los Estados Unidos, en los últimos años han ido popularizándose los de tipo casero, es decir, aquellos que se tienen en el baño y pueden ser utilizados por cualquiera. Pero, ¿realmente funcionan?
¿Qué es un irrigador dental?
Este tipo de aparatos no es nuevo, pues en cualquier consultorio dental es posible verlo y no hay visita al odontólogo donde no se emplee. Este pequeño ayudante permite eliminar la placa bacteriana de las encías y los dientes, así como de los diferentes lugares de la cavidad bucal donde el hilo y el cepillo no llegan.
Con ayuda de un pequeño chorro de agua a presión, el irrigador se encarga de eliminar todos los malos agentes presentes en la boca.
Gracias a los avances de la tecnología, es posible encontrarlos con diferentes boquillas (la parte que se introduce en la boca), por lo que puede ser utilizado por varias personas en casa, siempre que se le cambie este accesorio.
La rutina de limpieza se recomienda únicamente con agua, aunque hay algunos casos donde puede ir combinada con algo de clorhexidina o colutorio.
¿Para quién está recomendado un irrigador dental?
Como ya hemos dicho, se utilizan para complementar la rutina de limpieza dental de todos en casa. Sin embargo, es especialmente indicado para aquellos pacientes que lleven tratamientos de ortodoncia, así como implantes de prótesis fija.
El trabajo del chorro de agua es poder llegar a los rincones más difíciles de la boca, donde muchas veces, aparte de la placa, también se acumulan restos de alimentos. En el caso de los niños, también pueden utilizarlos, ya que de hecho les resultará mucho más sencillo de emplear que el hilo dental.
Eficacia
La eficacia es uno de los principales temas que atañe a los irrigadores dentales. Ya que, si bien en el consultorio del dentista suelen ser muy utilizados, puede que algunos les queden dudas de lo buenos que pueden llegan a ser en casa.
En primer lugar, es necesario destacar que este tipo de aparatos han sido objeto de diferentes investigaciones donde se ha determinado su capacidad de eliminar baterías hasta en un 99% de los casos, no solo en los dientes, sino que en toda la boca.
El método de uso de un irrigador dental es de apenas 3-5 segundos sobre el área a limpiar, llegando a tener efectos positivos en la inflamación de las encías, evitando su sangrado y reduciendo los niveles de gingivitis.
Es importante que cuando se esté considerando incluir este tipo de herramientas en la rutina de limpieza dental, primero se consulte al especialista y se sigan las pautas dictadas en cuanto a la forma de emplearlo.