Cómo cepillarse bien los dientes y… la lengua
Cómo cepillarse bien los dientes y… la lengua
Cada vez que reímos o realizamos cualquier gesto, dialogamos o comemos, usamos los dientes y la lengua. Por eso, es importante mantener una buena higiene bucal para presentar una boca lúcida y con olores agradables.
Si nuestra boca presenta alguna enfermedad, nuestra salud física se mostrará afectada, al igual que nuestra digestión, e inclusive nuestra autoestima.
La higiene bucal tiene que formar parte de nuestras costumbres, porque es el método que conserva limpia y saludable nuestra boca en general, permitiéndonos disfrutar de un aliento fresco, conservando nuestras dentaduras en buen estado, sin sufrir malestares.
Los dientes cumplen con su finalidad de masticar, triturar y cortar, para agilizar la digestión, a fin que el organismo se nutra y se recargue de energía. Asimismo, la lengua es un músculo que desarrolla un papel esencial en la cavidad bucal gracias a que realiza funciones en la masticación, la ingestión, el lenguaje y el gusto. Ayuda a arrinconar los alimentos hacia los dientes.
Técnicas del cepillado dental
Una vez conociendo las acciones de los dientes y la lengua, podemos entender la necesidad de la higiene que debemos realizar a diario. Para ello, te recomendamos utilizar correctamente las siguientes técnicas de cepillado:
- Cepillarse con un cepillo de cerdas suaves una vez que te levantes y cuando vayas a descansar, así como después de cada comida. La dimensión y el tamaño del cepillo deben adaptarse a su boca para que pueda llegar a todas las áreas con facilidad.
- Reemplazar el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses o cuando las cerdas se desgasten. Un cepillo de dientes desgastado no servirá para higienizar la boca.
- Asegurar de utilizar una crema dental con flúor.
- Coloca el cepillo de dientes creando un ángulo de 45° con las encías.
- Movilizar el cepillo hacia adelante y hacia atrás suavemente, con movimientos breves que cubran todos los dientes.
- Cepillar los dientes por todas las áreas externas e internas.
- Inclinar el cepillo en sentido vertical y realizar varios movimientos hacia arriba y hacia abajo cuando vayas a limpiar las zonas interiores de los dientes frontales.
- Cepillar bien la lengua para eliminar los gérmenes y conservar el aliento fresco.
¡No basta con tan sólo cepillarse los dientes!
No obstante, cepillarse las dentaduras es solo una parte del cuidado bucal rutinario. Debes crear hábitos diarios de limpieza de tus dientes y lengua.
Utiliza hilo dental o un limpiador interdental, enjuagues bucales y demás productos de uso odontológico. Los microorganismos que ocasionan la caries perduran entre los dientes, donde las cerdas del cepillo no llegan. Si pones en práctica estas recomendaciones, podrías eliminar la acumulación de partículas de alimentos que se alojan en medio de los dientes, bajo la línea de las encías y la lengua.
En cambio, si los restos no se retiran adecuadamente, provocarán la aparición de microbios y posteriormente, el mal aliento o la halitosis. También hará que la propagación de bacterias genere otros problemas bucodentales, como las caries y las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis).
No olvides acudir a su dentista quien seguramente le enseñará a desarrollar un buen manejo de las técnicas de higiene bucal, así como el descubrimiento de las zonas que mayormente requiere de un cuidado especial durante el cepillado y un perfecto lavado con cepillo e hilo dental.
Recuerda limpiar bien la lengua. Ponte delante del espejo y comprueba si tiene alguna mancha blanquecina. En caso afirmativo, será sinónimo de falta de higiene y la acumulación de bacterias. Para aserla, es aconsejable usar un raspador lingual.
Para cualquier duda puedes consultar con nuestros dentistas en Oviedo.